miércoles, 28 de enero de 2015

Grandes Villanos de Marvel Universe: Red Skull (Cráneo Rojo)

Hacía tiempo que no había una nueva entrada en los Grandes Villanos de Marvel Universe, y qué mejor manera de volver al asunto que con el enemigo de uno de los héroes fundamentales de los Vengadores y de todo Marvel al completo.


Es fácil subestimar a Red Skull calificándolo, sin más, de nazi, con todos los conceptos tópicos y trillados que eso conlleva. Pero la realidad es que es mucho más que un simple soldado de Hitler, y eso lo dejaron claro en los comics, donde en unas ú otras encaraciones, y con gran acierto, le situaron al frente de toda una subdivisión a sus órdenes: la archiconocida Hydra, que ha trascendido hasta tal punto la cultura del comic que una vez su símbolo salió y todo en un noticiario, creo recordar que ilustrando una noticia acerca de terrorismo. Hail Hydra!


Red Skull nació, al igual que el Capitán América, antes que el resto del Universo Marvel. En sus inicios era un sujeto distinto del actual, un constructor de aeroplanos americano, pero no tardaron en apartar esa idea de lado y otorgarle su identidad definitiva, la del nazi Johann Schmidt, aunque este nombre siempre me resultó una elección interesante, como luego comentaré, porque sugiere de manera fuerte un nombre falso, que podría pertenecer a cualquiera.

Johann no tuvo una vida fácil, pues su madre murió al nacer él y su padre le culpó por ello, llegando al extremo de tratar de ahogar al bebé, un crimen que habría salvado la vida de millones de haberse consumado. Tiempo después su padre se suicidó y fue trasladado a un orfanato donde comenzó una vida complicada, arrestado por toda clase de delitos menores. Su primer asesinato fue, irónicamente, el de la persona a la que más amaba, la hija de un tendero judío, tras tratar de imponerse sobre su rechazo. Es posible que su último rastro de humanidad desapareciera en ese exacto momento; a partir de entonces, se convirtió en un monstruo sin alma ni compasión.

No tardó en colocarse en la órbita de Hitler (en teoría, según algunos comics, llegó al extremo de que un amigo suyo fingiera matarle para hacer de 'salvador' y así captar su atención), que le convirtió en su hombre de máxima confianza y ordenó que le entrenaran en artes marciales, así como en toda clase de armas de combate. Como toque final, Hitler le otorgó una máscara que le otorgó el aspecto por el que todos le conocemos, el de una grotesca calavera ensangrentada, y que le valió su sobrenombre.


Esta época corresponde con los comics que se publicaron durante la Segunda Guerra Mundial, y ya colisionó varias veces en ella contra el Capitán América. Para cuando llegó la modernización del personaje, se inventaron, de manera más que directa, que había sido también congelado al igual que el Capitán, y eso le colocó rápidamente en el entorno de todo el Universo Marvel, especialmente el relativo a los Vengadores. Red Skull fue sacado de la criogénesis por la organización IMA (Ideas Mecánicas Avanzadas), que además manufacturó también uno de los trastos más poderosos del Universo Marvel, asociado a menudo con el propio Red Skull: el llamado Cubo Cósmico. Dicho así a muchos igual no les suena, pero si lo llamo 'Tesseracto', y menciono la primera película del Capitán América en el Marvel Cinematic Universe (MCU), igual ya les suena más.

En esta época pulp Schmidt es el típico villano megalómano que busca por encima de todo dominación con planes extravagantes que, invariablemente, involucran algún elemento nazi (colonias de nazis, artefactos antiguos de destrucción masiva, clonar a Hitler). Como curiosidad, a menudo tenía roces con villanos también, sobre todo con Doctor Doom y con Kingpin, con el primero por su megalomanía (que le sitúa como rival en cuando a ambiciones) y con el otro por el tema del crimen (que le sitúa como rival en cuando a financiación de su imperio).

Este bucle termina cuando su cuerpo se degrada por culpa del mal estado del gas que le mantuvo en animación suspendida. Trata de hacer lo propio con el Capitán América, pero éste le derrota y logra curarse, mientras que Schmidt muere de manera fulminante... o eso parece.

Esto marca el inicio de una serie de resurrecciones imposibles del personaje, la primera de ellas gracias al genetista suizo Arnim Zola, que preservó su mente y la introdujo en un clon del Capitán América. De nuevo joven e incluso más poderoso que antes, decide asumir el nombre equivalente del suyo en Estados Unidos, John Smith (de ahí la idea de que podría ser falso, pues es una de las denominaciones para 'cualquiera' en USA, como John Doe). Red Skull se da cuenta, de manera muy perversa y astuta por parte de los guionistas, de que el sistema económico de los USA coincide con muchas de sus ideas nazis, y decide abandonar todo el asunto de la política y el Reich para abrazar el capitalismo a lo grande, pues siente como propio todo el tema de la autodeterminación y el destacar sobre todos, propio del llamado 'sueño americano'. Poco a poco empieza a infiltrarse en las instituciones y las corrompe desde dentro, al tiempo que olvida sus planes extravagantes para centrarse en la dominación slenciosa, por decirlo de alguna manera, lo que le convierte en un enemigo mucho más peligoroso a la hora de la verdad.

Red Skull desde entonces ha sido la clásica mente maestra detrás de muchos de los complots de estado del Universo Marvel. Llega a controlar la Comisión de Actividades Superhumanas, un órgano de control gubernamental, y retira al Capitán América, sustituyéndole por John Walker, un sujeto cuya vida destruye por completo (matando por ejemplo a sus padres) con la idea de volverle loco y, por tanto, a su merced, así como para destruir la imagen pública del Capitán América.


Durante los Actos de Venganza, una saga en la que los villanos se unían para intercambiarse los adversarios y así cogerlos por sorpresa al enfrentarse a situaciones desconocidas, se hizo patente la dificultad de Red Skull para tener aliados, pues su postura le hizo colisionar a menudo con Doctor Doom (por ser gitano), el Mandarín (por ser 'amarillo', como él decía) y, sobre todo, con Magneto, por ser judío. Al acabar los Actos de Venganza, Magneto se toma la revancha y lo secuestra y encierra en un zulo, con agua para meses y tiempo para que piense que morirá cuando se le acabe. A punto está de palmarla pero es rescatado por su subalterno Crossbones, justo cuando, qué oportuno, ya estaba reflexionando sobre lo terrible de sus crímenes.

La ambición de Red Skull no tiene nada que envidiar a la de Doctor Doom. Consiguió también poderes cósmicos y, al contrario que éste, sí era capaz de controlarlos con gran precisión y sin perder la razón, aunque en su lucha por elevarlos al máximo nivel se infiltró en la nave de Galactus para obtener el poder de la Omnisciencia y ser imparable. Esta búsqueda acaba mal, sin embargo, y revierte a niveles humanos. Más tarde se infiltra como el Secretario de Defensa de los USA Dell Rusk, (nótese el ingenioso anagrama), pero es nuevo detenido por los Vengadores.

Desde entonces Red Skull ha permanecido siempre como una entidad casi inextinguible del Universo Marvel que, gracias a su dominio de la tecnología y el apoyo de sujetos como Arnim Zola o el Barón Strucker y su organización Hydra, ha logrado burlar a la muerte pasando de un cuerpo a otro, ya sea un constructo, un clon, otra persona (Alexander Lukin) o un androide. El paso definitivo lo dio en comics recientes cuando se hizo con el cerebro de Charles Xavier y lo empleó para potenciar el suyo propio y ganar bárbaros poderes mentales que le permitieron esclavizar a miles de mutantes. Magneto, ya por el camino recto, le mató sin contemplaciones, pero una vez más repareció como una entidad imparable llamada Onslaught Rojo, una especie de Onslaught renacido pero con la mente de Red Skull y Xavier en uno.


A pesar de todas estas transformaciones, Red Skull no ha sido nunca un tipo dado a la pelea ni a alardear de sus cualidades: su inteligencia y capacidad de manipular y dominar a otros son su mayor poder. Un detalle suyo que me encantaba es que solía fumar cigarrillos con boquilla que, en realidad, eran un potente veneno. Nada más echaba el humo sobre el rostro de alguien, enseguida su rostro se corrompía y se le caía el cabello, cayendo muerto en el acto, con un semblante similar al del propio Red Skull, cuyo rostro finalmente se volvió de ese aspecto sin necesidad de máscaras, como efecto secundario de una exposición accidental al mismo, que logró superar debido a poseer en su cuerpo clonado la fórmula del Super Soldado.

No podemos dejar de mencionar su paso por el MCU de manera algo tangencial pero no menos interesante, en primer lugar cuando fue interpretado por Hugo V/Agente Smith/Elrond Weaving, como no podía ser de otra manera en la primera película del Capitán América, haciendo un curioso tándem con Arnim Zola. Más adelante tuvo una llamativa segunda aparición, breve pero intensa, en la elogiada película Avengers: Infinity War, donde se convirte en el guía de Thanos en la que es seguramente una de las mejores y más memorables escenas de la película.

Cabe destacar también que, cuando Marvel no pensaba dar marcha atrás, como siempre hace, Red Skull fue el artífice de la muerte del Capitán América durante la Civil War, con ese clásico disparo de francotirador que Crossbones efectúa en su nombre. Estuvo también de moda como Onslaught Rojo, en la saga AXIS, de modo que está muy lejos de ser un personaje olvidado. Y la verdad, creo que aún tiene mucho potencial y lo mejor de él está todavía por llegar. Es un personaje demasiado maleable como para darlo ya por terminado, al contrario quizá de otros como Kingpin o Doctor Doom, que ya han dado, con creces, lo mejor de sí mismos.

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