domingo, 12 de julio de 2020

El Décimo Arte: Los hacks de los videojuegos (03)

Ya hemos hablado de lo que supone hackear un juego para arreglarlo, como si los que lo hacen fueran verdaderos restauradores de patrimonio cultural, pero a partir de ese paso inicial pueden empezar a plantearse retos más ambiciosos que empiezan a dejar una huella personal del hacker. Estas modificaciones extensivas ya no buscan mejorar el juego original, sino construir otra cosa a partir de él, pero conservando aún su identidad sin género de dudas.

Uno de los hackeos más populares en este mundillo consiste en sustituir al protagonista por otro. Por poner un ejemplo, se puede hackear un juego de Mario para que el protagonista sea Luigi. Si bien puede parecer un cambio menor, sólo con ese pequeño retoque se pueden obtener juegos muy válidos y cuidados. Se puede incluso llegar a generar una reivindicación al hacerlo; hay varios hacks de la saga de Zelda donde Link es reemplazado por la princesa que da título a la saga, e incluso existe un hack para Zelda II: The Adventure of Link, que lo deja todo exactamente igual, pero hace que el sprite de Link sea femenino.


Otros hacks son algo más enloquecidos, como por ejemplo Sonic 2 XL, donde Sonic engorda más y se mueve más lento cuantos más anillos consuma (pues ahora son aros de cebolla), y si consume demasiados muere por... ¿ataque cardiaco? ¿Infarto cerebral? Ideas locas que tienen algunas personas.


En este terreno puede ubicarse desde lo más bonito a lo más estúpido. Existe un hack de Super Mario World llamado 'Super Mario World Redrawn' que reconstruye gráficamente el juego por completo, dándole un aspecto más pictórico, similar a Yoshi's Island y juegos posteriores, y que está realmente logrado, como puede comprobarse en las imágenes que adjunto.



Pero también existen paranoias indescifrables como The Cage's Mask, un hack de Ocarina of Time donde todos los rostros han sido reemplazados con los de... Nicholas Cage. Y cuando digo todos, digo todos, sean humanos o no. Creo que pocas cosas más extrañas he visto en el mundo de los videojuegos que un Link con la cara de Nicholas Cage a lomos de un caballo... también con la cara de Nicholas Cage.


El proyecto que para mí empieza a marcar la frontera de estas modificaciones es aquel que intenta dar un pulido al juego y cambiarlo, a la vez que no se resiste a añadir algo nuevo. Un ejemplo claro es, por ejemplo, Super Metroid Project Base. La idea original del juego era la de conseguir que los controles de la protagonista resultaran más amigables y acordes a versiones posteriores e incluso contemporáneas, añadiendo incluso nuevos movimientos más sencillos relativos a correr, convertirse en esfera, y muchos más. También cambiaron ligeros aspectos gráficos, los patrones de las batallas contra los jefes, y añadieron algunas salas nuevas. Pocas, pero el juego ya empieza a dejar de ser el juego original para empezar a convertirse en... otra cosa.


En realidad de ahí el nombre, Project Base. La idea era crear un patrón para hacks posteriores, una especie de versión vanilla del juego original, como ya expliqué. Y eso se consiguió, por ejemplo, con hacks como Hyper Metroid, pero de eso hablaré en la tercera y última parte, aquella que habla del aspecto más interesante del hackeo: crear juegos nuevos por completo.

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