El otro día hablé de Optimus Prime, y esta semana toca hacerlo de su archinémesis, Megatron.
Si bien Megatron es un personaje algo straight-forward, es decir, es lo que parece, un tirano, y no hay más que eso, posee ciertos toques únicos que le vuelven interesante a más no poder. El primero y más genuino de ellos es su tremendo carisma personal. A lo largo de la serie original resulta casi imposible concebir otro líder de los Decepticons que no sea Megatron, ya no sólo por su magnetismo visual y de personalidad, sino también por el hecho de que es casi como el reverso de Optimus Prime en todos los sentidos. Estos dos gigantes tienen a sus espaldas millones de años de batallas, y cada uno de ellos se ha tomado como un reto personal el acabar con el otro, al punto que, durante la película de 1986, ambos consiguen su deseo y se matan uno al otro en un combate épico sin precedentes.
El otro punto de interés es que Megatron, aunque un tanto megalómano e incluso con planes extraños de científico loco (dominar el cerebro de los humanos, controlar el clima) siempre es reflejado como un líder y un estratega perfecto. A tal punto es buen líder que ha conseguido convertir toda una pandilla de robots psicóticos y violentos en un verdadero ejército. Realmente fue una solución muy buena por parte de los guionistas. Si uno lo piensa, los villanos tienden a ser traicioneros incluso entre ellos. Por eso, la única manera de justificar que una panda de robots dementes pudiera tener algo parecido a una organización militar y jerárquica es colocar al frente de ellos a una figura inspiradora capaz de cohesionarlos como unidad. 'Paz a través de la tiranía', es lo que Megatron proclama, y de una manera muy inteligente usa a sus soldados para su fin primordial: conquista, dominación, opresión de las razas débiles y expoliación de sus recursos. No es muy distinto de lo que los españoles hicieron en América si uno lo piensa un momento.
Pero aunque Megatron es un genio estratega y una mente adelantada, no quita para que no tenga problemas en sus propias filas. Su mayor error tiene nombre propio: Starscream. En la serie este Decepticon, segundo al mando y comandante aéreo, desea el liderazgo y jamás lo ha ocultado. Megatron no puede destruirle porque Starscream es realmente un excelente soldado y un as de los cielos y en la Tierra anda falto de tropas, por lo que debe estar siempre alerta y vigilando su espalda. Es cierto que su otro comandante, Soundwave, es leal como pocos soldados y eso le da un respiro (hasta le ha salvado la vida en varias ocasiones), y que los Decepticons jamás querrían ser liderados por un sujeto egocéntrico y manipulador como Starscream, pero aun así, sus planes y esquemas siempre están como un tema secundario a lo largo de la serie.
Por cierto, para quienes no los conozcan, estos son, de derecha a izquierda, Soundwave y Starscream (los dos altos). Cada uno de ellos daría tranquilamente para otra entrada similar a esta. Aparte, Starscream es uno de mis personajes favoritos. Es traicionero, vanidoso, inteligente, pomposo, cobarde... ¿cómo no me iba a gustar? XD
En la serie, de los restos de Megatron, se crea a Galvatron, el siguiente líder de los Decepticons. Su primera acción como nuevo líder es destruir a Starscream. Es un comienzo prometedor, pero pronto se queda en nada, pues es un personaje loco e irracional que hace que se eche de menos a Megatron en todo momento. En los comics hay situaciones más interesantes, y una de ellas es que sucede lo que jamás pasa en la serie: Megatron es derrocado, pero no por Starscream sino por Shockwave, otro interesante personaje, un robot cíclope que sólo actúa movido por lógica pura, y que concluye que él sería mejor líder que Megatron. El problema es que, como muy bien apunta un personaje en la serie, para ser líder no basta con tener poder y una mente racional perfecta: es una cuestión también de emoción, de saber remover el interior de tus soldados.
Lo que le ocurre a Megaton en los comics es muy curioso también. ¿Habéis escuchado esa maldición china de 'que se cumplan todos tus deseos'? Pues eso es lo que le acontece. Megatron logra acabar con Optimus Prime, y una vez cumplido el motor central de su existencia, empieza un descenso a la locura. Comienza a obsesionarse con la idea de que Prime sigue vivo, momento que Shockwave aprovecha para tenderle una trampa e intentar matarle. No lo consigue, pero Megatron es consciente de su degradación mental y, por el bien de los Decepticons, se suicida (literal) lanzándose a través de un vórtice inestable. Por supuesto no muere, pero pasan muchos, muchos números hasta que vuelve a aparecer, completamente dominado por el deseo de venganza contra todos los que le han llevado a ese estado, y con una rabia tan pasional que no puede por menos que despertar admiración entre los lectores. En los comics, Megatron es una pura fuerza de la naturaleza desatada, y en las versiones modernas han mantenido ese aspecto de su personalidad.
En las series modernas cabe destacar al Megatron de Animated, tan tiránico y malévolo que inspira el temor hasta de sus propios soldados, y un soldado tan perfecto e imbatible que es poco menos que una leyenda. Los Autobots, de hecho, tiemblan solamente por el mero hecho de que haga acto de presencia. Y eso incluye a Optimus Prime, que en esta serie es solamente el líder de un pequeño escuadrón.
Al igual que de Optimus Prime, figuras de Megatron ha habido bastantes, no tantas pero muchas, sin duda. Por desgracia, gran parte de ellas son sin duda insatisfactorias, y es que hubo muchas libertades de diseño cuando se adaptó este personaje a los comics y la serie, que derivaron en una complejidad que incluso a día de hoy sigue dando quebraderos de cabeza a los diseñadores de Hasbro.
La primera y más clásica figura es, cómo, la de la Generación 1, aparecida en 1984. El modo robot se ve bastante feo de un primer vistazo:
La mejora en su modo alterno sin embargo es espectacular (la escala es 1:1).
Posee también todos los accesorios que poseía en la serie al transformarse: silenciador, culata... realmente bonito. El robot mejora mucho cuando uno lo ve en persona, por otro lado, y la transformación es ingeniosa a más no poder. Tiene también el indiscutible encanto de algo creado en los años ochenta.
La tira de años después salió la versión Smallest que, al igual que la de Optimus Prime, apenas mide medio pulgar de estatura:
Realmente bonita y diminuta a más no poder.
La mayoría de las versiones modernas son pésimas. El diseño del Megatron de los videojuegos modernos es interesante en su aspecto robótico pero el vehículo deja mucho que desear:
La primera versión Masterpiece de Megatron (ultradetallado, fiel hasta lo enfermizo) es muy floja también y es conocido por ser uno de los Transformers más infernales de transformar (una hora estimada de tiempo), uno de los peor diseñados a ese nivel, y por ¡oxidarse! Lo tiene todo el amigo:
Por fortuna, el reto de hacer un Megatron moderno realmente fiel a la serie fue abordado... y con éxito. La figura que se hizo resultó tan increíble en detalles y complejidad que yo la llamo 'la figura Oldboy' porque empecé a transformarla mientras veía por primera vez esa peli... y acabé de transformarla cuando la película terminaba. Otras veces tardé menos, pero esa vez a uno ya no se le olvida. El resultado, sin embargo, es espectacular:
Cuesta creer que esa pistola se transforme en ese robot, pero así es, en efecto. Todos los detalles están ahí, incluyendo ese rostro tan malvado que todo aquel que creció en los años 80 recuerda bien:
Para próximas entregas regresamos, en los Superhéroes Bizarros, al núcleo del mundo Marvel. Estaros atentos, porque si os parecía peculiar la Chica Ardilla, ¡esperad a ver el grupo de tíos rarunos con los que decidió juntarse!
Si bien Megatron es un personaje algo straight-forward, es decir, es lo que parece, un tirano, y no hay más que eso, posee ciertos toques únicos que le vuelven interesante a más no poder. El primero y más genuino de ellos es su tremendo carisma personal. A lo largo de la serie original resulta casi imposible concebir otro líder de los Decepticons que no sea Megatron, ya no sólo por su magnetismo visual y de personalidad, sino también por el hecho de que es casi como el reverso de Optimus Prime en todos los sentidos. Estos dos gigantes tienen a sus espaldas millones de años de batallas, y cada uno de ellos se ha tomado como un reto personal el acabar con el otro, al punto que, durante la película de 1986, ambos consiguen su deseo y se matan uno al otro en un combate épico sin precedentes.
El otro punto de interés es que Megatron, aunque un tanto megalómano e incluso con planes extraños de científico loco (dominar el cerebro de los humanos, controlar el clima) siempre es reflejado como un líder y un estratega perfecto. A tal punto es buen líder que ha conseguido convertir toda una pandilla de robots psicóticos y violentos en un verdadero ejército. Realmente fue una solución muy buena por parte de los guionistas. Si uno lo piensa, los villanos tienden a ser traicioneros incluso entre ellos. Por eso, la única manera de justificar que una panda de robots dementes pudiera tener algo parecido a una organización militar y jerárquica es colocar al frente de ellos a una figura inspiradora capaz de cohesionarlos como unidad. 'Paz a través de la tiranía', es lo que Megatron proclama, y de una manera muy inteligente usa a sus soldados para su fin primordial: conquista, dominación, opresión de las razas débiles y expoliación de sus recursos. No es muy distinto de lo que los españoles hicieron en América si uno lo piensa un momento.
Pero aunque Megatron es un genio estratega y una mente adelantada, no quita para que no tenga problemas en sus propias filas. Su mayor error tiene nombre propio: Starscream. En la serie este Decepticon, segundo al mando y comandante aéreo, desea el liderazgo y jamás lo ha ocultado. Megatron no puede destruirle porque Starscream es realmente un excelente soldado y un as de los cielos y en la Tierra anda falto de tropas, por lo que debe estar siempre alerta y vigilando su espalda. Es cierto que su otro comandante, Soundwave, es leal como pocos soldados y eso le da un respiro (hasta le ha salvado la vida en varias ocasiones), y que los Decepticons jamás querrían ser liderados por un sujeto egocéntrico y manipulador como Starscream, pero aun así, sus planes y esquemas siempre están como un tema secundario a lo largo de la serie.
Por cierto, para quienes no los conozcan, estos son, de derecha a izquierda, Soundwave y Starscream (los dos altos). Cada uno de ellos daría tranquilamente para otra entrada similar a esta. Aparte, Starscream es uno de mis personajes favoritos. Es traicionero, vanidoso, inteligente, pomposo, cobarde... ¿cómo no me iba a gustar? XD
En la serie, de los restos de Megatron, se crea a Galvatron, el siguiente líder de los Decepticons. Su primera acción como nuevo líder es destruir a Starscream. Es un comienzo prometedor, pero pronto se queda en nada, pues es un personaje loco e irracional que hace que se eche de menos a Megatron en todo momento. En los comics hay situaciones más interesantes, y una de ellas es que sucede lo que jamás pasa en la serie: Megatron es derrocado, pero no por Starscream sino por Shockwave, otro interesante personaje, un robot cíclope que sólo actúa movido por lógica pura, y que concluye que él sería mejor líder que Megatron. El problema es que, como muy bien apunta un personaje en la serie, para ser líder no basta con tener poder y una mente racional perfecta: es una cuestión también de emoción, de saber remover el interior de tus soldados.
Lo que le ocurre a Megaton en los comics es muy curioso también. ¿Habéis escuchado esa maldición china de 'que se cumplan todos tus deseos'? Pues eso es lo que le acontece. Megatron logra acabar con Optimus Prime, y una vez cumplido el motor central de su existencia, empieza un descenso a la locura. Comienza a obsesionarse con la idea de que Prime sigue vivo, momento que Shockwave aprovecha para tenderle una trampa e intentar matarle. No lo consigue, pero Megatron es consciente de su degradación mental y, por el bien de los Decepticons, se suicida (literal) lanzándose a través de un vórtice inestable. Por supuesto no muere, pero pasan muchos, muchos números hasta que vuelve a aparecer, completamente dominado por el deseo de venganza contra todos los que le han llevado a ese estado, y con una rabia tan pasional que no puede por menos que despertar admiración entre los lectores. En los comics, Megatron es una pura fuerza de la naturaleza desatada, y en las versiones modernas han mantenido ese aspecto de su personalidad.
En las series modernas cabe destacar al Megatron de Animated, tan tiránico y malévolo que inspira el temor hasta de sus propios soldados, y un soldado tan perfecto e imbatible que es poco menos que una leyenda. Los Autobots, de hecho, tiemblan solamente por el mero hecho de que haga acto de presencia. Y eso incluye a Optimus Prime, que en esta serie es solamente el líder de un pequeño escuadrón.
Al igual que de Optimus Prime, figuras de Megatron ha habido bastantes, no tantas pero muchas, sin duda. Por desgracia, gran parte de ellas son sin duda insatisfactorias, y es que hubo muchas libertades de diseño cuando se adaptó este personaje a los comics y la serie, que derivaron en una complejidad que incluso a día de hoy sigue dando quebraderos de cabeza a los diseñadores de Hasbro.
La primera y más clásica figura es, cómo, la de la Generación 1, aparecida en 1984. El modo robot se ve bastante feo de un primer vistazo:
La mejora en su modo alterno sin embargo es espectacular (la escala es 1:1).
Posee también todos los accesorios que poseía en la serie al transformarse: silenciador, culata... realmente bonito. El robot mejora mucho cuando uno lo ve en persona, por otro lado, y la transformación es ingeniosa a más no poder. Tiene también el indiscutible encanto de algo creado en los años ochenta.
La tira de años después salió la versión Smallest que, al igual que la de Optimus Prime, apenas mide medio pulgar de estatura:
Realmente bonita y diminuta a más no poder.
La mayoría de las versiones modernas son pésimas. El diseño del Megatron de los videojuegos modernos es interesante en su aspecto robótico pero el vehículo deja mucho que desear:
La primera versión Masterpiece de Megatron (ultradetallado, fiel hasta lo enfermizo) es muy floja también y es conocido por ser uno de los Transformers más infernales de transformar (una hora estimada de tiempo), uno de los peor diseñados a ese nivel, y por ¡oxidarse! Lo tiene todo el amigo:
Cuesta creer que esa pistola se transforme en ese robot, pero así es, en efecto. Todos los detalles están ahí, incluyendo ese rostro tan malvado que todo aquel que creció en los años 80 recuerda bien:
Para próximas entregas regresamos, en los Superhéroes Bizarros, al núcleo del mundo Marvel. Estaros atentos, porque si os parecía peculiar la Chica Ardilla, ¡esperad a ver el grupo de tíos rarunos con los que decidió juntarse!
Excelente artículo sobre la personalidad de este villano digno de respeto
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